lunes, 11 de junio de 2012

LAS CANOAS MAYAS PREHISPÁNICAS

(A la mar!)

Hola estimados lectores y fanáticos de la civilización mesoamericana, en esta ocasión estudiaremos brevemente como eran las canoas mayas prehispánicas, un tema que me apasiona pues a pesar de ser relativamente sencillas, realizaron un comercio alrededor de la península e inclusive en la bahía de Honduras.

    Según las evidencias históricas, los mayas prehispánicos empleaban canoas de madera impulsadas a remo, o en aguas bajas por medio de palancas. Representaciones artísticas de estas canoas aparecen en códices, murales, dibujos en relieve en huesos, así como en esculturas hechas de barro o talladas en hueso de manatí.

    El hecho de que estas canoas pudieran navegar lejos de tierra firme no está en duda, ya que se han encontrado restos de asentamientos prehispánicos en todas las islas mayores del área maya, incluidas las islas del arrecife Turneffe (Belice) y en islas a 60 km de la costa norte de Honduras.

    Las canoas mayas, monóxilas, talladas de cedro, caoba u otras maderas duras, variaban en tamaño: había desde pequeñas piraguas para un individuo hasta grandes embarcaciones capaces de acomodar entre 40 o 50 personas. En efecto, Bernal Díaz del Castillo comenta lo siguiente frente a las costas de Ecab (Yucatán):

Una mañana que fueron cuatro de marzo vimos venir diez canoas muy grandes, que se dicen piraguas, llenas de indios naturales de aquella poblazón y venía a remo y vela. Son canoas hechas a manera de artesanías, y son grandes y de maderos gruesos y cavados de arte que estan huecos; y todos son de un madero y hay muchos de ellos en que caben cuarenta indios.” Por dicha referencia concluyo que el diseño de las canoas fue relativamente sencillo, pues no hay evidencias concretas del uso de canoas dobles, es importante señalar que está es la única cita donde se menciona el uso de velas, dato curioso pues descartando esta cita no hay evidencia alguna que sostenga que las canoas mayas usaban velas.

    Hay algunas representaciones de botes pequeños en los códices mayas; en especial en el Códice Dresde, donde además de observar la representación del bote se identifica la forma y tamaño de los remos. Sobre la forma de remar Gonzalo Fernández de Oviedo menciona que “van algunas veces vogando de pies, y á veces assentados, y quando quieren, de rodillas. Son estos nahes (remos) como palas luengas, y las cabezas como una muleta de un coxo ó tollido.



    Asimismo, hay una representación de un bote en un disco de oro hallado en el cenote sagrado de Chichén Itzá, a éstas podemos agregar las que hay en las pinturas del Templo de los Guerreros, en Chichén Itzá también.

    En dicho Templo hubo varias escenas pintadas que fueron reconstruidas por Earl Morris a partir de fragmentos encontrados durante las excavaciones de la Carnegie Institution of Washington en 1930;  en uno de los murales de la cámara interior las canoas representadas corresponden a las utilizadas para la navegación marítima pues tienen la proa y la popa más elevada que la línea de borda, lo que las hace más estables y fáciles de maniobrar a diferencia de las monóxilas que podemos conjeturar eran utilizadas en la navegación fluvial.


    Para concluir este apartado y quedando en espera de sus comentarios conoceremos como se realizaba una canoa monóxila, Gonzalo Fernández de Oviedo indica que:

 Cada canoa es de una sola pieza o solo un árbol, el que los indios vacían con golpes de hachas de piedra enhastadas (…); y con estas cortan ó muelen á golpes el palo, ahocándolo, y van quemando lo que está golpeado y cortado, poco a poco, y matando el fuego, tornando á cortar y golpear como primero; y continuándolo assi, hacen una barca quasi de talle de artesa ó darnojo; pero honda é lengua y estrecha, tan grande y gruesa como lo sufre la longitud y latitud de el árbol, de que la hacen; y por debaxo es llana y no le dexan quilla, como á nuestras barcas y navios.

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